Los ingenuos siguen defendiendo que frente a una ultra izquierda como Podemos, Sumar, más Madrid… etc, existe una izquierda moderada encarnada en el PSOE. No es cierto. Apenas hay diferencias entre ambas. El aborto, la agenda LGBT, la sexualización de la infancia, el sistema educativo partidista, los insoportables impuestos y cualquier cosa que ambos lleven en sus líneas políticas son prácticamente idénticas, como idéntico es su desprecio por la libertad en su más amplia definición.
Un perturbado Pedro Sánchez ha arreciado la persecución contra opiniones disidentes. Y contra medios disidentes. La libertad y todo lo que de ella se deriva es para él, para todos los izquierdistas, como el ajo para un vampiro del cine. Algo repelente. Un desalmado de tal cariz solo valora la libertad para si mismo.
Y es tan escasa esa diferencia entre la izquierda radical y entre la izquierda falsamente moderada de los socialistas que hasta la totalidad de las declaraciones de Pablo Iglesias en el pasado parecen pronunciadas hoy por éste presidente mayordomo de la agenda 2030. Como aquello de prohibir los medios de comunicación privados. ¿Recuerdan?