Si algo ha demostrado el independentismo en Cataluña es que, además de ser un cuento muy bien ideado para que una casta política viva a cuerpo de rey a expensas de sus votantes, es el haberse convertido por obra y gracia de sus políticos en una estrategia de infiltración islámica en la región. Una región donde se prefiere primar de ayudas y privilegios a los musulmanes antes que a españoles de otras regiones, y en no pocas veces también por delante de los propios españoles catalanes.

Además del disparate de ayudas económicas y sociales dirigidas a una población que no solo no se integra sino que además no para de pedir privilegios y que ha contribuido en gran medida al incremento de la criminalidad en toda la región, la Generalidad da una vuelta de tuerca más a su seguidismo a la agenda 2030 y al plan Kalergi y concede 7,5 millones de € robados a los contribuyentes para el fomento del idioma árabe en las escuelas de la región. La explicación dada por la consejería de educación de Cataluña, que llegó a un acuerdo con la liga árabe para destinar un dinero seguramente necesario para otras necesidades mucho más importantes, ha sido que «A través de este pacto uniremos esfuerzos para que las nuevas generaciones sean conscientes de la importancia de aprender las lenguas de sus países» típica palabrería de políticos profesionales para asegurarse que los niños de procedencia islámica aprendan el idioma de sus padres con ayuda del dinero público, como si sus propios padres no fueran capaces de enseñarlo en sus hogares.

Está muy claro que los niños de procedencia islámica no sufren ni por asomo el mismo acoso que en tantos casos han sufrido los hijos de hispano hablantes. Para la historia vergonzante de la Cataluña independentista quedan aquellas consignas dadas a profesores para que no dejaran ir al servicio a los niños si no lo pedían en catalán, o vigilarles en los patios de recreo para que no jugasen en español. Los hechos siempre dejan en evidencia a las mentiras y las intenciones de los políticos. En Cataluña, los independentistas hablan de democracia y libertad mientras se comportan como totalitarios para gobernar una sociedad que, si no les quiere, al menos ha de temerles.

Fuente: La Razón. Diario globalista de la supuesta derecha en España

Por Mike