Hace apenas unos años, en medio de la vorágine de confusión y miedo del Covid 19 y las timo vacuas, Bill Gates vino a caldear más aún el ambiente en los medios de desinformación del sistema con unas declaraciones que no podían haber salido más que de la boca y la mente de un perturbado de su talla. Pero en esa ocasión no se trataba de proponer la esterilización de las mujeres de naciones enteras de África, o de vender las bondades de la carne sintética para el consumo de la población. Se trataba de bloquear la luz solar para proteger a la humanidad de sus efectos nocivos, del supuesto aumento de temperaturas y del cambio climático.

Por supuesto, las intenciones de tan delirante plan no eran precisamente salvar a la humanidad, sino todo lo contrario. Bloqueando o disminuyendo la incidencia de la luz solar en un país se arruinaría la agricultura y, en cascada, otros sectores económicos facilitando así obligar a la población a consumir los productos que precisamente de Bill Gates pretendía introducir en los mercados de consumo.

¿Creen que semejante plan es solo fruto de mentes calenturientas de conpiranoicos? No se engañen. Era y es perfectamente posible.

Fuente: The People’s Voice (traducido por Mike Sala)

Bill Gates se prepara para ganar millones gracias a la decisión del Reino Unido de bloquear el sol mediante estelas químicas.

El gobierno del Reino Unido está a punto de aprobar en cuestión de semanas controvertidos experimentos de geoingeniería, con un coste de 50 millones de libras, para reflejar la luz solar y alejarla de la Tierra mediante la tecnología de estelas químicas. 
Con el respaldo de Bill Gates , estos ensayos le permiten obtener millones en beneficios, mientras el Reino Unido se esfuerza por liderar los esfuerzos globales para manipular el clima del planeta.

La Agencia de Investigación e Invención Avanzada (Aria) lidera la financiación para convertir al Reino Unido en un país pionero en la investigación en geoingeniería, según el Daily Mail y otras fuentes. La iniciativa busca impulsar técnicas que alteren las condiciones atmosféricas, lo que genera debate sobre las implicaciones ambientales y éticas de estas intervenciones a gran escala.

Modernity.news informa: Los informes destacan que los experimentos se centrarán en los métodos de reflexión de la luz solar (SRM), incluida la inyección de aerosoles estratosféricos (SAI) y el brillo de las nubes marinas (MCB).

El SAI implica inyectar pequeñas partículas reflectantes, como dióxido de azufre, en la estratosfera para imitar el efecto de enfriamiento de las erupciones volcánicas, mientras que el MCB utiliza barcos para rociar partículas de sal marina en las nubes bajas para mejorar su reflectividad.

Citan evidencia de emisiones en rutas de navegación y erupciones volcánicas, como el evento de Islandia en 2014, lo que sugiere que estos métodos podrían enfriar temporalmente el planeta al reflejar la luz solar hacia el espacio.

El profesor Jim Haywood, de la Universidad de Exeter, destacó el potencial de estas técnicas, señalando que, históricamente, las emisiones de los buques han intensificado el brillo de las nubes, creando un efecto de atenuación. Sin embargo, la reducción de las emisiones de dióxido de azufre del transporte marítimo en 2020 provocó un aumento repentino del calentamiento, lo que pone de relieve el complejo equilibrio de estas intervenciones.

El programa de Aria, dirigido por el profesor Mark Symes, incluirá pruebas controladas al aire libre a pequeña escala para recopilar datos cruciales del mundo real. Estos ensayos buscan evaluar si la SRM puede prevenir puntos de inflexión climáticos catastróficos, como el colapso de las corrientes oceánicas o las capas de hielo. Además de los experimentos al aire libre, el programa financiará la monitorización climática, estudios de modelización, pruebas en interiores y encuestas de opinión pública, señala el informe.

Los posibles efectos secundarios de la geoingeniería incluyen sequías regionales, malas cosechas o cambios en los patrones climáticos. Un estudio de 2015 del Centro Geomar Helmholtz sugirió que incluso la combinación de métodos de geoingeniería podría no impedir que las temperaturas superen los 2 °C para 2100, y que una interrupción abrupta podría desencadenar un calentamiento rápido, conocido como «choque de terminación».

Está claro que los experimentos de geoingeniería  ya se han llevado a cabo durante años , y ahora que el alarmismo climático se ha impulsado sin descanso durante décadas, se ha considerado aceptable revelar este plan particular al público.

En Estados Unidos, algunos estados, además de las agencias del gobierno federal bajo la administración Trump, están buscando prohibir esa actividad de geoingeniería radical.

Por Mike