Y aquí están los datos, reflejando una realidad que parece no tener ya vuelta atrás. España ha llegado a un punto de no retorno en sus estadísticas poblacionales.
En comparación con el número de hijos descendientes de inmigrantes, o descendientes de parejas en las que uno de los dos es inmigrante, los hijos nacidos de españoles son una minoría menguante a cada año que pasa.
Décadas de estrategias diversas y con direcciones paralelas hacia un mismo fin, han dado sus frutos. Décadas en las que la institución familiar ha sido constantemente atacada con el único fin de ser demolida hasta los cimientos para hacer desaparecer la base social que garantiza la existencia de una nación socialmente fuerte. La ética y la moral han dado paso a la corrupción más descarnada, desde la punta de la pirámide hasta su base. El común de la población es hoy más pobre y con menos poder adquisitivo que antaño. El mercado laboral es incierto para muchos trabajadores. Los gobernantes, por orden de sus amos, han castigado sin fin a las clases medias, al ahorro, a la iniciativa, al mérito… Han destruido el sistema educativo. Han hundido la confianza y la auto estima de muchos emprendedores.
Las consecuencias sociales que vivimos en las dos primeras décadas de este milenio son las que debían ser: Matrimonios cada vez más escasos y cada vez con menos hijos. aumento de familias absolutamente desestructuradas. Jóvenes que han crecido cono ausencia de figura paterna o materna. abandono escolar. Precariedad laboral. Fuga de talentos por decenas de miles anualmente.
Pero al mismo tiempo, los incentivos y las ayudas que los propios españoles no han recibido sí han sido concedidas a inmigrantes, especialmente a quienes han llegado desde el Magreb y el África subsahariana. Lo que ha dado como resultado que hoy día y desde hace mucho tiempo, la práctica totalidad de las familias numerosas sean de origen africano e islámico. Todo este proceso descrito sigue su curso, imparablemente, y auspiciado por gobernantes vendidos a los intereses de las élites.
Y la cruda realidad ya está aquí
Documental EL PLAN KALERGI por Mathew North