Aunque la agenda global, en todas sus variantes (agenda verde, agenda 2030, agenda LGBT, plan Kalergi, ONU, OMS…) se encuentra a menudo con una creciente resistencia que se niega a obedecer, justo es reconocer que su avance parece poco menos que imparable. De nuevo se hace patente que uno de sus objetivos está cumplido en gran parte. Idiotizar a las nuevas generaciones con argumentos de género y de odio, ofreciéndoles un sistema educativo con ausencia de valores y deficiente preparación académica, complementado con una oferta audiovisual delirante de sexo y confusión no puede tener otro resultado que el que está a la vista. Un alto porcentaje deseos jóvenes es completamente ignorante de la realidad y prefiere dejarse llevar por consignas antes que tener criterio propio basado en el estudio y el consejo de quien sabe más.
Las respuestas de estos tres representantes de una gran cantidad de adolescentes que podemos ver hoy día por la calle y en los centros de enseñanza no son respuestas razonadas porque no ofrecen un solo argumento. Repiten como loros lo que han aprendido en charlas, programas de televisión y en las redes sociales; ámbitos donde, por norma casi habitual, cunde el odio y las consignas en detrimento de la razón. Es terrible ver a tres prospectos LGBT preferir al Islam que públicamente asesina a homosexuales antes que a un partido que (les han dicho) que es nazi y que “dice algunas cosas peligrosas”
Me reafirmo en el título. No soy de Vox pero estos jóvenes son estúpidos.